LOS SECRETOS DE LOS ANASAZI

El gran sudoeste de Norteamérica, un lugar de extremos, de pueblos antiguos y de espíritus que todavía parecen rondar por los cañones y planicies. Hace miles de años un pueblo ancestral floreció aquí y dejó huellas grandiosas en el sub-continente americano, grandes ciudades, moradas en los riscos y cámaras ceremoniales llamadas kivas: eran los anasazi, y hay quienes aún creen que su espíritu sigue vivo en estas tierras. A finales del siglo XIX un gran descubrimiento tuvo lugar en el cañón del Chaco, en Nuevo México, catorce esqueletos se encontraron en una fosa común ¿Fueron asesinados?, como algunos creen, ¿sacrificados en rituales secretos? LEYENDAS DEL CAÑON Hoy en día la mayor parte de la población mundial vive en ciudades rodeada por un ambiente construido por el hombre. Pero muchos aún creen en otro mundo, lleno de espíritus y magia antigua, un mundo que puede ser alcanzado a través de experiencias místicas y por leyendas pasadas de generación en generación. Pero, ¿qué tan reales son estas historias que escuchamos alrededor de una hoguera? La región llamada “Las Cuatro esquinas”, conocida así por la confluencia de cuatro estados: Arizona, Utah, Colorado y Nuevo México, es para los indígenas la tierra de los anasazi o antiguos, en idioma navajo. Se extinguieron hace mucho pero, según se dice, sus espíritus siguen teniendo una poderosa presencia. En 1897 un ranchero, en busca de ganado que se había alejado de un rebaño, realizó un hallazgo sorprendente: las antiguas moradas en riscos, en Colorado. Los espectaculares edificios y artefactos encontrados eran evidencia tangible de una civilización avanzada que había desaparecido. Más tarde encontraría otros restos en Utah y Arizona. El 17 de octubre de 1897, en busca de esta legendaria ciudad pérdida, se descubrió este mundo escondido y misterioso. Se encontraron edificios que nunca se habían visto ni imaginado en este territorio, edificios sin apoyo de hasta cinco pisos de alto. Una de las estructuras en el sitio arqueológico, que posteriormente sería llamado Pueblo Bonito, contiene más de 650 habitaciones. El cañón del Chaco, con 200 yardas de ancho y más de 15 millas de largo, es el sitio de una docena de enormes complejos que incluyen más de 300 posos perfectamente circulares ¿Cuál era el propósito de estas estructuras? Las paredes están cubiertas de misteriosas pinturas e inscripciones ¿Cuál es su significado? ¿Qué relatos extraordinarios tratan de contarnos? Nada hallado antes o después en Norteamérica se acerca en magnitud al cañón del Chaco. Los arqueólogos se sorprendieron de la riqueza de la cerámica, las armas, las herramientas, la joyería; cada una de las piezas una obra de arte. Pero había más en este lugar, se descubrió algo macabro: en una pequeña habitación se encontró una fosa común que contenía catorce esqueletos, todos cubiertos con exquisitas joyas de turquesa. Uno de los cuerpos contenía más de 400 gemas semipreciosas, se cree que era el de un personaje de alto rango; los otros trece son mujeres y la evidencia indica que no tuvieron una muerte natural. Existen otras sepulturas en el cañón del Chaco, pero ninguna tan importante como ésta. Se planteaba un interrogante aún mayor, hace 20 millones de años, el cañón del Chaco era el centro de un gran mar mediterráneo pero al retirarse las aguas sólo quedó un desierto reseco. Sin agua como sostén, ¿cómo pudo florecer esta gran civilización, por qué razón querrían construir sus ciudades en este lugar? Este es sólo uno de muchos inquietantes misterios. Las paredes del cañón eran la fuente del material de piedra para las construcciones, pero ¿de dónde provenía la madera? Los arqueólogos estiman que la gran obra de ingeniería requirió el uso de madera de 250.000 árboles, pero en la actualidad el paisaje es totalmente desolado. Muestras de las vigas indican que la madera no era de los alrededores, algunas de las especies sólo se encuentran a distancias de más de 50 millas. Para el corte y tallado de la madera sólo se utilizaron hachas de piedra. El pueblo del Chaco no disponía de carretas o caballos para el transporte de la madera ¿cómo pudieron entonces transportar la madera? ¿Gracias a una técnica perdida en el tiempo? Los arqueólogos sitúan a los anasazi entre los años 900 y 1250 de nuestra era. No hay duda de que los pobladores de estas estructuras desaparecieron hace tiempo ¿Qué pasó con ellos? ¿Fue un cataclismo natural los que los hizo abandonar el pueblo? y ¿A dónde fueron? UNA CIUDAD SAGRADA Una serpiente puede ser sinónimo de horror y miedo pero para los amerindios tiene poderes mágicos. En 1925 un fotógrafo tuvo la oportunidad de ser admitido en un asentamiento indio hopi en el norte de Arizona. Era una ocasión única de filmar algo que nunca antes había sido filmado. Ritos que han permanecido casi sin cambios desde tiempos inmemoriales. Los danzantes llevan serpientes venenosas vivas que fácilmente pueden morder con efectos mortales. Colocando las víboras en sus bocas los hopi afirman ser uno con la naturaleza y la tierra. Una fila de danzantes representa al antílope, cuyas patas al galope producen el sonido del trueno cuando atraviesa velozmente la planicie. Pero las nubes deben ser inducidas a dejar caer su lluvia. Como las serpientes pasan su vida tan cerca de la tierra, sólo ellas tienen el poder de invocar el poder de la lluvia. La lluvia es la clave de varios de los misterios del cañón del Chaco. Los anasazi eran un pueblo nómada de cazadores y recolectores, pero hace mil años dejaron su trashumancia para comenzar a construir en este lugar seco y desolado, pero ¿Por qué? El misterio fue resuelto gracias a una moderna técnica científica: la cronología de los anillos concéntricos de los árboles usados para construir en el cañón del Chaco. Estos anillos revelan un hecho sorprendente, hace mil años se produjo un cambio climático, el comienzo de una época de grandes lluvias. Antes los anasazi dependían de la caza y recolección de frutos pero ahora podían ser agricultores, cultivar maíz, calabaza, granos y disponer de una fuente de alimento confiable. Los antiguos moradores del cañón del Chaco comenzaron a construir sistemas de irrigación. Las herramientas eran primitivas pero construyeron a gran escala ¿cómo fueron capaces de hacerlo? La respuesta puede hallarse en algo más que la fuerza física. Se decía que los antiguos construyeron un gran sistema de vías, pero los arqueólogos sólo encontraron caminos angostos, todo era obra de la exageración, aparentemente. Pero más tarde, los científicos comenzaron a emplear técnicas de observación aérea. Una vasta red de vías difusa entre la vegetación y las arenas del cañón apareció de pronto. Algunas eran tan anchas como una calle moderna, algunas terminaban en las paredes casi verticales del cañón. Otros hallazgos se realizaron a cierta distancia del cañón. Con una extensión de sólo dos acres Pueblo Alto es de menor importancia que Pueblo Bonito pero dio nuevas evidencias de las denominadas “Grandes Casas”. Como ocurre frecuentemente en sitios arqueológicos, los montículos de basura representan una fuente valiosa de información. Más de 2000 piezas de alfarería se han encontrado en este montículo y se calcula la existencia de más de un millón de piezas; por este número tan alto de utensilios excedía las necesidades de la población estimada ¿Qué significado tenía esto? La respuesta surgió del hecho de que los depósitos no eran regulares sino conformados por capas de distinto espesor. De las muchas imágenes del cañón del Chaco ninguna aparece con más frecuencia que la espiral, el centro del profundo significado espiritual del mundo físico. La espiral de Fajada es parte de un ingenioso mecanismo para seguir el movimiento del astro rey. Está localizada detrás de tres enormes monolitos, cada año durante el solsticio de verano del hemisferio norte, un rayo de luz se cuela para formar una línea en el centro de la espiral al amanecer. Para mediodía, la llamada daga solar, puede observarse en el centro de la espiral. Un evento primordial de la vida de los anasazi, la ascendencia del astro rey queda marcada, el calendario está completo, el ciclo de la vida prevalece y la Madre Naturaleza puede continuar produciendo.