EL CLUB DE BILDERBERG

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Desde 1954 los más influyentes líderes del mundo forman parte del Club Bildelberg.


Todos los presidentes de EE. UU. desde 1958 y todos los altos funcionarios de la Unión Europea han sido socios de dicho Club Mundialista, participando en sus reuniones anuales.


El hecho de que presidentes de gobiernos, multimillonarios, líderes políticos, etc, se reúnan en una ciudad durante una semana tendría que ser una gran noticia, sin pasa desapercibido para el gran público a pesar (o más bien por obra de) de que los propietarios de Imperios Mediáticos como Ropert Murdoch (Fox), Redstone (Viacom group) o JL Cebrián (Grupo Prisa) son miembros del CB.


Bildelberg es dirigido por el Comité de los 300, aunque no sea ese número exactamente de miembros del comité, en realidad no llegan a la decena.


Los dirigentes del C-300 deciden quien es invitado a la reunión anual, quien puede pasar de “invitado” a “colaborador “, el cuál asistirá a las reuniones menores y a los grupos de estudio y en última instancia a ser admitido en los 300. El número de “invitados” suele rondar el de 150, mientras que los activos el de 80.


Ha sido presidente de reunión (que no del Club) durante años el multimillonario italiano Umberto Agnelli, (del grupo FIAT y el club de fútbol Juventus).


Los asistentes al CB, intentan aparentar de cara a la opinión pública, que sus encuentros son actos informales, sin embargo a nadie se le escapa que el una vez al año, los políticos más poderosos del planeta se encierren en un lujoso palacio de Europa o en un gran hotel americano junto a directivos de multinacionales, sindicalistas, directores de conglomerados multimedia, líderes ecologistas, funcionarios de la O. N. U., etc, a planificar la marcha del mundo sin dar cuenta en los parlamentos de sus países ante sus ciudadanos, no tiene nada de “informal”.


Todo lo contrario, es un delito en casi todos los estados de Europa y América, por ejemplo:


La Ley Logan (de EE. UU.) prohíbe y sanciona que un funcionario público estadounidense (incluido el presidente) trate temas públicos con empresarios sin dar cuenta a su respectivo Consejo.


El Código Penal español tipifica los encuentros de funcionarios políticos con empresarios al margen de los ciudadanos como Cohecho y Tráfico de Influencias.


El Código Penal canadiense, el italiano, francés y alemán hacen lo mismo, castigando tanto al político como al empresario (si se le puede llamar empresario al dueño de una multinacional con más ingresos que un país medio europeo).


Sin embargo esas leyes no se aplican cuando se trata de los dueños – reales – del mundo. Esperanza Aguirre, miembro del P. P. (partido político español), presidenta de la Comunidad de Madrid. J. L. Cebrián, P. S. O. E. (partido político español) – Grupo Prisa, son miembros activos de Bildelberg con perspectivas de ingresar en los 300. Jordi Pujol y Manuel Fraga Iribarne abandonaron el Club por motivos de edad.


Bill Clinton era un don nadie antes de asistir a la cumbre Bildelberg de Baden Baden 1991, en Alemania. Allí le prometió a David Rockfeller, que si era elegido presidente de EE.UU. fomentaría:


El Tratado de Libre Comercio y la supresión de aduanas para el comercio entre Canadá, EEUU y México para miles de productos (tratado que por otra parte convirtió a miles de trabajadores norteamericanos en desocupados). Y de pasó terminó de arruinar la campo mexicano


En 1992 fue elegido presidente…


Otros políticos desconocidos que siguieron los dictados de la familia Rockefeller y del clan Rotschild tras asistir a reuniones son:


Tony Blair, elegido primer ministro británico.

Romano Prodi, que alcanza la presidencia de la U. E. en 1999.


François Miterrand era un cadáver político en 1980, sin embargo el Bildelberg lo lleva a la presidencia de Francia ayudado de millones de euros para su campaña y un apoyo total de las televisiones y prensa, a cambio de “unir ” Alemania y Francia en el terreno económico.


Durao Barroso, fue elegido presidente de la U. E. en la reunión de Stresa, Italia, de Junio de 2004.


Estados Unidos tenía previsto invadir Irak en 2002, los miembros del Bildelberg obligaron al gobierno norteamericano a retrasarla hasta marzo de 2003 para que las multinacionales francesas tuvieran tiempo de retirar sus inversiones. En un principio los miembros norteamericanos del CB se negaron, pero en cuestión de horas millones de euros financiaban campañas y manifestaciones “pacifistas ” contra EE.UU.


Objetivos según algunas teorías conspirativas


Actualmente la finalidad de la acción política del club se centra en la dirección política de los medios de comunicación occidentales y judíos, recientemente se ha evaluado también la posibilidad de “ensayar” sistemas políticos alternativos para frenar la amenaza que supone para los grandes intereses económicos la aparición de un nuevo tipo de “proletariado” producido por la inmigración de bajo coste y la necesidad de ampliarlo y someterlo para diseñar mecanismos de control salarial en Europa ante la falta de competitividad con las economías orientales, la financiación y fomento de la ultra-derecha junto a gobiernos de corte liberal, y el incremento de las migraciones por la subida de precios en los países subdesarrollados seria la base del proyecto, se espera compatibilizar restricción de derechos individuales y colectivos con cambios demográficos que en menos de 10 años dupliquen la población Europea.


Más en concreto, los objetivos del Club Bilderberg, según relata Daniel Estulin en “La verdadera historia del Club Bilderberg“, serían:


Un sólo gobierno planetario, con un único mercado globalizado, con un sólo ejército y una única moneda, regulada por un Banco Mundial.

Una Iglesia universal, que canalice a la gente hacia los deseos del Nuevo Orden Mundial. El resto de las religiones serán destruidas.

Unos servicios internacionales que completarán la destrucción de cualquier identidad nacional a través de su subversión desde el interior. Sólo se permitirá que florezcan los valores universales.

El control de toda la humanidad a través de medios de manipulación mental. Este plan está descrito en el libro Technotronic Era (Era Tecnotrónica), de Zbigniew Brzezinski, miembro del Club. En el Nuevo Orden Mundial no habrá clase media; sólo sirvientes y gobernantes.

Una sociedad postindustrial de “crecimiento cero”, que acabará con la industrialización y la producción de energía eléctrica nuclear (excepto para las industrias de los ordenadores y servicios). Las industrias canadienses y estadounidenses que queden serán exportadas a países pobres como Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Nicaragua, etc., en los que existe mano de obra barata. Se hará realidad, entonces, uno de los principales objetivos del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América de Norte).

El crecimiento cero es necesario para destruir los vestigios de prosperidad y dividir a la sociedad en propietarios y esclavos. Cuando hay prosperidad, hay progreso, lo cual hace mucho más difícil la represión.

Cabe incluir en ello la despoblación de las grandes ciudades, según el experimento llevado a cabo en Camboya por Pol Pot. Los planes genocidas de Pot fueron diseñados en Estados Unidos por una de las instituciones hermanas de Bilderberg, el Club de Roma.

La muerte de cuatro mil millones de personas, a las que Henry Kissinger y David Rockefeller llaman bromeando “estómagos inservibles”, por medio de las guerras, el hambre y las enfermedades. Esto sucederá hacia el año 2050. “De los dos mil millones de personas restantes, 500 millones pertenecerán a las razas china y japonesa, que se salvarán gracias a su característica capacidad para obedecer a la autoridad”, es lo que afirma John Coleman en su libro Conspirators’ Hierarchy: The Story of the Committee of 300. El doctor Coleman es un funcionario de inteligencia retirado que descubrió un informe encargado por el Comité de los 300 a Cyrus Vance “sobre cómo llevar a cabo el genocidio”. Según la investigación de Coleman, el informe fue titulado “Global 2000 Report”, “aprobado por el presidente Carter, en nombre del Gobierno de Estados Unidos y refrendado por Edwin Muskie, secretario de Estado”. Según este informe, “la población de Estados Unidos se verá reducida a 100 millones hacia el año 2050″.

Crisis artificiales para mantener a la gente en un perpetuo estado de desequilibrio físico, mental y emocional. Confundirán y desmoralizarán a la población para evitar que decidan su propio destino, hasta el extremo de que la gente “tendrá demasiadas posibilidades de elección, lo que dará lugar a una gran apatía a escala masiva”.

Un férreo control sobre la educación con el propósito de destruirla. Una de las razones de la existencia de la UE (y la futura Unión Americana y Asiática) es el control de la educación para “aborregar” a la gente. Aunque nos resulte increíble, estos esfuerzos ya están dando “buenos frutos”. La juventud de hoy ignora por completo la Historia, las libertades individuales y el significado del mismo concepto de libertad. Para los globalizadores es mucho más fácil luchar contra unos oponentes sin principios.

El control de la política externa e interna de Estados Unidos (cosa ya conseguida a través del Gobierno de Bush), Canadá (controlada por Inglaterra) y Europa (a través de la Unión Europea).

Una ONU más poderosa que se convierta, finalmente, en un Gobierno Mundial. Una de las medidas que conducirán a ello es la creación del impuesto directo sobre el “ciudadano mundial”.

La expansión del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América de Norte) por todo el hemisferio occidental como preludio de la creación de una Unión Americana similar a la Unión Europea.

Una Corte Internacional de Justicia con un sólo sistema legal.

Un estado del bienestar socialista donde se recompensará a los esclavos obedientes y se exterminará a los inconformistas y alborotadores.

 


Daniel Estulin, La verdadera historia del Club Bilderberg


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